Parque Nacional de Bialowieza: el último refugio del bisonte en Polonia

Polonia acoge los últimos supervivientes del mayor mamífero europeo 

No hace ni 2.000 años, estos gigantes recorrían los bosques de Europa. Julio César vio cómo los cazaban en Germa­nia; en la Edad Media vivían en los bosques de Polonia, Prusia, Hungría y Rusia; en Transilvania se capturó a un ejemplar en 1790, y en el bos­que de Bialowieza, el último murió en 1919. 

El reducto del bisonte europeo

El bisonte europeo, el más poderoso mamífero del continente, parecía haber acabado sus días de gloria. pero el esfuerzo internacional consiguió iniciar un programa de cría , con la sesentena de supervivientes repartidos por los zoológicos y logró reintroducir varias decenas en la naturaleza, en su viejo hogar de Bialowieza.

El Bosque antiguo polaco

Este bosque es una pequeña parte de la puszcza Bialowieska (puszcza significa "bosque anti­guo" en polaco), el último gran pedazo que que­da de los millones de robles, hayas y coníferas que antaño cubrieron Europa. Hoy son 1.200 km repartidos entre Polonia y Bielorrusia, en parte protegidos por sendos parques nacionales que la UNESCO ha declarado Reserva de la Biosfera y Pa­trimonio de la Humanidad. 

Bajo la penumbra verde

En Polonia, el Parque Nacional de Bialowieza se extiende por unos 100 km2 de esta puszcza, de los cuales 42 son reserva integral a la que sólo se puede entrar acompañado de un guía del par­que. Allí, bajo la penumbra verde, se escucha un silencio que viene de muy lejos: el silencio de unos árboles viejísimos. Musgos espesos, líque­nes y hongos cubren el suelo y los troncos caídos o cuelgan como barbas de las ramas. 

Un bosque vivo donde el bisonte es el rey 

Bialowieza es un bosque vivo que palpita al ritmo de las estaciones. Y el bisonte es su rey: los machos viejos llegan hasta los dos metros de altura y mil kilos de peso. Quinientos ejemplares corren libres por el bosque. Sin embargo, son animales tímidos que de día se esconden en lo más recóndito de la espesura. Muy pocos serán los afor­tunados que, al atardecer o al alba, se crucen con una manada en el camino. Es mejor acudir al centro de cría para contemplarlos. 

Bialowieza: una estampa de la vida campesina 

A la entrada del parque, en un extremo del pueblo de Bialowieza, se encuentra el Park Palacowy ("parque del palacio"), antiguo recinto de caza de los zares cuyo plácido jardín de estilo in­glés acoge la sede del parque. Multitud de sende­ros permiten excursiones por la espesura del bos­que, los marjales y los campos. Con sus casas de madera, sus carros cargados de heno y las iglesias ortodoxas -la población es de minoría bielorru­sa—, las aldeas ofrecen una estampa única de la vida campesina de principios del siglo pasado. 

Cómo llegar

Desde Varsovia hay que coger el tren hasta Hajnówka y desde allí el autobús hasta el pueblo de Bialowieza. Desde la ciudad de Bialystok también se llega en autobús. 

Dada la gran can­tidad de senderos y excur­siones, se recomienda una estancia mínima de tres días. En verano es mejor reservar con antelación tanto el alojamiento como el guia obligatorio. 

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